Toy Story

En las últimas dos décadas, las películas dirigidas a niños se han convertido en un verdadero fenómeno global, ya que la animación ha enganchado también a los adultos, convirtiendo algunas cintas en grandes éxitos, con premios y numerosas secuelas. Uno de los casos más claros es el de Toy Story. Estrenada en 1995, fue la primera película de los estudios Pixar, y la primera de la historia generada de forma integral con efectos digitales. Además de ser todo un éxito, la historia de los juguetes Woody y Buzz LightYear creó escuela, ya que esta manera de hacer cine de animación se convirtió en el estándar de la industria, y varios sectores comenzaron también a aplicarla, entre ellos, el de los videojuegos. Cuatro años después llegó la secuela, y en 2010 se estrenó la tercera parte, que logró el honor de ser nominada al Oscar a la mejor película, fuera de la categoría de animación. En la actualidad hay rumores de que ya se está preparando una cuarta entrega.

Ice Age

Otra de las franquicias que se ha convertido en un verdadero éxito en los últimos años es la de Ice Age, que en su versión española es conocida como la edad de hielo. Se trata de la saga estrella de los estudios Blue Sky. La primera película, lanzada en 2002 logró un triunfo rotundo en la taquilla con una historia de animales prehistóricos, con el mamut Manny, el perezoso Sid y el tigre dientes de sable Diego como protagonistas, que se embarcan en toda una aventura para devolver a un niño humano perdido a sus padres. Tras esta primera cinta, llegaron otras dos, y el 28 de junio de este mismo año se ha estrenado la cuarta parte de La Edad de Hielo, titulada La Formación de los Continentes.

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El joven Stanley

Stanley Kubrick se crió en el seno de una familia judeo-americana de clase media del Bronx, en Nueva York. Desde muy pequeño mostró gran interés por el jazz, el ajedrez y la fotografía. Esta última afición fue lo que le proporcionó su primer trabajo como reportero gráfico en la revista Look. Posteriormente fue contratado en “Life” y ya a los 21 años estaba considerado uno de los mejores fotógrafos de los Estados Unidos.

Su primer contacto con el cine lo tuvo con documentales, “Day of the Fight” (1951) sobre el boxeador Walter Cartier, “Flying Padre” (1951), donde describía la vida de un sacerdote que se movía por los pueblos de Nuevo México en una avioneta y “The Seafarers” (1953), un trabajo de 30 minutos que fue su primer rodaje en color.

La gran pantalla

“Fear and Desire” (1953) fue su primer largometraje, del cual es complicado encontrar copias ya que Kubrick se empeñó en destruir su rastro porque la consideraba un “error de juventud”. Aún así, el poco éxito que alcanzó, le permitió financiar su siguiente proyecto “Killer´s Kiss” – “El beso del asesino”- (1955), donde se emplea de forma magistral el blanco y negro, lo que llamó la atención del productor de la NBC, James B. Harris. Asociado con él, Kubrick, a sus 28 años, realizó su primera obra maestra, “The killing” – “Atraco perfecto”- (1956), basada en una novela de Lionel White y que contó con un presupuesto de 320.000 dólares. En ella demostró que había otra forma de utilizar el tiempo en el cine.

A partir de ahí, la carrera de Kubrick comienza a “jugar en las grandes ligas” con títulos como “Paths of Glory” – “Senderos de Gloria” (1957), la polémica “Lolita” (1962) y “Dr. Strangelove” – “Dr. Insólito” – (1964), también conocida como “Teléfono Rojo”.

Sin dejar de sorprender

La película que le otorgó un Oscar en la categoría Efectos Especiales, “2001: A Space Odyssey” –“2001: Odisea en el espacio” – (1968), revolucionó el cine de ciencia ficción del momento y muchos la consideran su obra maestra por excelencia.

Cuando parecía que no podía realizar una película mejor que esa, Kubrick sorprendió al público y a la crítica con “A Clockwork Orange”- “La naranja mecánica”- (1971), convirtiéndose esta en una película de culto y una de las que más polémica ha creado, por sus escenas de gran violencia, llegando a ser prohibida en el Reino Unido.

Más tarde realizó “Barry Lyndon” (1975) donde se utilizaron unos objetivos con una tecnología totalmente innovadora para captar la luz natural de las velas, la aclamada por los aficionados al cine de terror “The Shining” –“El resplandor”- (1980), basada en la novela de Stephen King, “Full Metal Jacket” –“Nacido para matar”- (1987) y “Eyes Wide Shut” –“Ojos bien abiertos”- (1999), su última película, en la que adaptó una novela de Arthur Shnitzler.

En 1999, Kubrick murió a causa de un ataque al corazón a los 70 años, pero en su filmografía nos enseñó una nueva forma de reflejar el mundo y la forma que él sentía que debía ser contado.

Imagen: ktsdesign

Sin tener en cuenta la inflación

Si no tenemos en cuenta la inflación y nos fijamos únicamente en los números, el Top 5 lo encabeza Avatar (2009), con una recaudación de 2782,3 millones de dólares, seguida por Titanic (1997), con 1843,2 millones de dólares. El tercer lugar lo ocupa El Señor de los anillos: El retorno del rey (2003), cuya cifra alcanzó los 1.119,1 millones de dólares, el cuarto, Piratas del Caribe: El Cofre del Hombre Muerto (2006), con 1.066,2 millones de dólares recaudados, y por último Toy Story 3 (2010), en quinta posición, con una recaudación de 1.063,2 millones de dólares.

Ajustando la inflación a la actualidad

Para muchas películas de esta lista, las recaudaciones que se tienen en cuenta son sólo las de Estados Unidos y Canadá, ya que hasta 1989 no se contabilizaba la recaudación internacional de forma fiable.

En este caso, Avatar desciende al puesto número 14 de la lista, la tercera entrega del Señor de los anillos se sitúa en el 51, Piratas del Caribe: El Cofre del Hombre Muerto en el 45, y Toy Story 3 no aparece hasta el número 88. La única que se mantiene en el top10, con la sexta posición, es Titanic.

Top 5

La lista está encabezada por una película de 1939, Lo que el viento se llevó, que recaudó en su momento 198.676.549 dólares en Estados Unidos y Canadá, lo que a día de hoy supondría más de 1.588 millones de dólares, demostrando que hubo un tiempo en el que el cine era un verdadero espectáculo de masas. Esta superproducción encabeza también la lista de las películas con más espectadores de la historia, con millones de personas sentadas en las salas de cine para ver sus 3 horas y 58 minutos.

El segundo puesto lo ocupa La guerra de las galaxias, de 1977. Con una recaudación en Estados y Canadá de 460.998.007 dólares, 1.400 millones de dólares si la ajustamos a la inflación actual, esta cifra sigue aumentando después de su reestreno, esta vez en 3D, el pasado febrero.

La película Sonrisas y lágrimas, de 1965, se sitúa en el tercer puesto. Este musical salvó de la quiebra a la 20th Century Fox por su gran descalabro con Cleopatra, ya que consiguió recaudar en Estados Unidos lo que hoy serían algo más de 1.119 millones de dólares, 158.671.368 dólares en 1965. La banda sonora de la película vendió además más de 11 millones de copias en todo el mundo.

En el cuarto lugar, la entrañable E.T El extraterrestre, que se estrenó en 1982. En ese momento superó la cifra en las taquillas de los Estados Unidos de 435 millones de dólares, que hoy serían algo menos de 1.115 millones de dólares.

Y cerrando el Top5, en quinta posición, una superproducción que llegó a la gran pantalla en 1956 y dura casi 4 horas, Los Diez Mandamientos. Gracias a sucesivos reestrenos, esta película ha recaudado cerca de lo que hoy serían 1.029 millones de dólares en Estados Unidos, unos 65,5 millones de la época.

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Hace ya mucho tiempo que Hollywood se fija en los comics de superhéroes para realizar muchas de sus superproducciones más taquilleras. La fructífera relación que se ha creado entre los superhéroes de las compañías DC Comics y Marvel y el cine, es hoy algo inseparable.

Hagamos un repaso por los superhéroes que más películas y más beneficios han aportado a la industria cinematográfica.

Superman

Este superhéroe, que nació en 1932, es uno de los más queridos, más clásicos y más famosos de todo el mundo. El hombre de acero, uno de los pocos supervivientes del planeta Kripton, se ha convertido en el más famoso de la compañía DC Comics. En el año 1978, Christopher Reeve protagonizó la película “Supeman”, a la que siguieron “Superman II”, en 1980 y “Superman III” en 1983. Probablemente debido al fracaso de esta última, la cuarta entrega tardó unos años más, y no se estrenó hasta 1987.

En 2006, con “Superman Returns”, se continuó la clásica historia del superhéroe de “Superman II”, pero aún así, la película no acabó de convencer al público. La próxima, “Superman; el hombre de acero”, cuyo estreno está previsto para 2013, donde por fin, dejará de ponerse los calzoncillos rojos por encima de los pantalones.

X-Men

Marvell creó en 1963 a los X-Men, un grupo de humanos que han evolucionado genéticamente, desarrollando poderes como alas, garras, telequinesia o una fuerza extraordinaria entre muchos otros. Ya son cinco las películas que se han hecho sobre estos personajes que, aunque no han sido fieles a la historia original de los comics, han recaudado grandes cantidades de dinero en taquilla. Para 2013 está previsto el estreno de una nueva película, “The wolverine”.

Spiderman

Otro de los personajes de Marvell, que en 1962 se convirtió en el primer superhéroe adolescente. Peter Parker, un tímido reportero gráfico, se convierte en Spiderman después de la picadura de una araña radioactiva. En 1977 sale su primera película, que a pesar de las limitaciones técnicas, estuvo muy bien resuelta. Spiderman no volvió a la gran pantalla hasta más de 20 años después, con una trilogía con grandes efectos especiales.

Batman

Batman llegó al cine en 1966 después del éxito de la serie de televisión, que comenzó en 1960. En este caso el superhéroe es una persona normal, sin ningún tipo de poder, un multimillonario que lucha por lo cree. Más de 20 años después, en 1989, Tim Burton le da vida a un renovado Batman, y continúa con su éxito en 1992 con “Batman vuelve”. Después llega el Batman de los 90, con “Gotham City” en 1995 y en 1997 con “Batman y Robin”, la cual es para muchos la peor adaptación que se ha hecho en el cine de un superhéroe. Con el director Christopher Nolan todo cambió, y “Batman Begins”, estrenada en 2005 se convirtió en un nuevo éxito, por lo que tuvo su continuación en 2008 con “El caballero oscuro”. Esta trilogía tendrá su culminación este año con “El caballero oscuro; la leyenda renace”.

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La avalancha

No es la primera vez que oímos la frase de “crisis de ideas en Hollyvood”. Remakes, secuelas, precuelas, Reboot, y toda la lista de términos que existe para denominar las nuevas versiones, han existido siempre, pero en los últimos años parece una avalancha.

Incluso algunos directores norteamericanos, como es el caso de James Cameron, ya hablan de esta supuesta moda de los refritos en la meca del cine sin ningún tapujo. En una entrevista que concedió el año pasado al semanario alemán “Der Spiegel” se pudieron leer frases suyas tan lapidarias como “Hollywood está regido por el negocio de las continuaciones, es decir que se rueda una segunda parte de algo que ya tuvo éxito, porque todo el mundo sabe lo importante que es que una película se convierta en una marca antes de llegar a los cines”. Aun así, y aunque no se puede negar que la frase está llena de verdad, parece que Cameron se ha olvidado de sus proyectos para las películas “Avatar 2” y “Avatar 3”.

Para muchos, esta “moda” no es tanto debido a una crisis de ideas como a la crisis económica, que está haciendo que cada vez menos productores quieran arriesgarse con películas originales y tiren de algunas que ya tienen un cierto éxito testado para sus nuevos proyectos.

¿Por qué los vemos?

Aunque no se puede decir que todas las nuevas versiones son peores que los originales, ya que en algunos casos se han conseguido muy buenos resultados, también es verdad que pocas veces los espectadores admiten que ha merecido la pena pagar la entrada porque generalmente no salen con la sensación de haber visto algo que puedan considerar mucho mejor.
Aun así, si desde Hollywood han adoptado esta postura es porque este tipo de versiones da dinero, entonces, ¿Porqué seguimos acudiendo como moscas a los cines para ver remakes? Pues parece claro, nos gustó la primera versión y tenemos curiosidad por saber como la han re-hecho, generalmente con la esperanza de que nos sorprendan.

Husmeando en otros mercados

Mientras que hace unos años los remakes se hacían de películas poco conocidas por el gran público o que habían sido estrenadas hacía ya un tiempo, y utilizaban la famosa excusa de que con mejores medios técnicos, toda la historia ganaría mucho, ahora ya no se cortan ni un pelo. Desde Hollywood se husmea sin ninguna vergüenza por las salas de los cines europeos y asiáticos en busca de cualquier película que consiga cierto éxito para, sin dejar tiempo a que esta tenga un recorrido comercial por los Estados Unidos, apresurarse a hacer la versión americana de la historia.
Y pruebas de ello tenemos muchas. Sólo en nuestro país lo hemos visto con películas como “Abre los ojos” o “Rec” que los americanos convirtieron en “Vanilla Sky” y “Quarantine” respectivamente. Lo mismo han hecho con otras películas europeas como la alemana “Deliciosa Marta”, “Sin reservas” en su versión americana y la sueca “Imsomnia”, a la cual no cambiaron casi ni el nombre “Insomnio”, la saga de “Milenium”, y un largo etcétera.

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Las cifras

Algunas de las cifras que se han dado este año no dejan lugar a dudas. Durante los cuatro primeros meses de 2012, el cine español ha producido 25 totalmente nacionales, mientras que en el mismo periodo del año pasado se produjeron 42. Las coproducciones también han sufrido un ligero descenso, de las 13 del año pasado, a las 10 de este año.
A pesar de eso, el cine español no ha sido el único que ha visto como las cifras descienden vertiginosamente en nuestro país. La recaudación global de los cines españoles, tanto de películas nacionales como de extranjeras, ha sido de 180 millones de euros, lo que supone un 17% menos que en el mismo periodo del 2011. De esta cantidad, sólo 23.5 millones corresponden a películas españolas, es decir, un 42% menos que el año pasado. Y lo peor es que, aunque comparando los datos parece que el año pasado fue bueno, la realidad es que en el 2011 el cine en España tuvo 100.000 espectadores menos que en el año anterior, y las expectativas para este son que esa cifra siga bajando.

Las causas

Una de las causas de esta preocupante situación en la que se encuentra el cine español es la crisis económica que estamos atravesando, que afecta al cine nacional, pero también al extranjero, como hemos podido ver en las cifras anteriores.

Mientras que hace tan sólo 4 años, en el 2008, ir al cine estaba considerado una forma de entretenimiento relativamente económica, cuatro años de crisis, sumados a las frecuentes subidas de precio de las entradas, han provocado que la percepción de la gente cambié radicalmente. Hoy en día, debido a la precaria situación económica por la que están pasando muchas familias, asistir a una sala de cine es casi un lujo que no todo el mundo se puede permitir.

A esto hay que sumarle también los recortes para el cine español que ya se han anunciado en los Presupuestos Generales del Estado, que serán del 35,4%. Hay que tener en cuenta que, de esas ayudas, no solo se producen películas, también se financian los festivales de cine que se realizan en nuestro país, como el de San Sebastián, Huelva y Málaga. La consecuencia de esta medida está también bastante clara, menos rodajes y un aumento del paro y de los impagos en el sector.

¿Culpables?

Aún así, no se puede echar toda la culpa a factores externos. Son muchos los que opinan que el cine español se ha apoyado demasiado en las subvenciones y ayudas. En su papel de permanente crisis, los productores no se han ocupado lo suficiente de buscar financiación privada o de la eficiencia en la gestión de recursos. Pero ante este panorama y estas perspectivas, parece que nos les va a quedar más remedio que encarrilarse por un camino en el que se apueste por un cine original, donde se produzca un abaratamiento de las producciones y se gestionen mejor los recursos, de forma que esta industria pueda subsistir de forma más independiente algún día.

Imagen de: Ulrike Hammerich