Experiencias de alta velocidad

Los circuitos de alta velocidad han abierto sus puertas al público general. Y no solo para acudir a las gradas y presenciar un Gran Premio, sino también para que sean protagonistas por un día de la adrenalina de pilotar sobre su asfalto.

Triunfando como experiencias-regalo
Los regalos han alcanzado un grado de sofisticación muy alto. Y la mejor muestra son los paquetes de experiencias-regalo que permiten al usuario pilotar el vehículo de sus sueños en un circuito profesional. En este sentido, encontramos sobre todo planes con motocicletas y con coches, siempre en gamas de máximo lujo y gran potencia. Los circuitos abiertos al público son de medio recorrido, de no más de 2 kilómetros, aunque en ocasiones también se ofrecen los de primer nivel, famosos por albergar grandes premios de motociclismo y Fórmula 1.

En qué consisten estas experiencias
Los paquetes que incluyen este tipo de experiencias varían según la duración de la experiencia. En algunos casos, el pase es solo para asistir como copiloto durante el recorrido. En otros casos, la compra del plan da derecho a una vuelta al circuito como conductor, momentos cortos pero intensos que dan conocer el ‘subidón’ de la velocidad. Pero lo normal es dar tres vueltas o más al circuito, tiempo suficiente para familiarizarse con el vehículo y disfrutar verdaderamente de la conducción.

Algunos extras que incluyen los planes de alta velocidad
Estos paquetes de alta velocidad no ofrecen solo la experiencia de conducir sobre el asfalto, sino también otros extras que hacen las delicias del piloto protagonista. Por ejemplo, el acceso a la zona VIP junto a varios acompañantes, donde también se puede disfrutar del catering habitual de estos espacios. Y para inmortalizar el día y tener el mejor recuerdo posible, las empresas que comercializan este tipo de planes dan la posibilidad de grabar la experiencia en vídeo o bien realizar fotografías profesionales de toda la jornada. Motivos todos ellos que convencen a cualquier amante de del motor que no ha tenido la ocasión de pisar a fondo el acelerador de su vehículo.

Foto de zamphotography – Fotolia

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