El BCE se compromete a mantener los tipos actuales o incluso a bajarlos más

Mario Draghi, durante la rueda de prensa de este jueves en Fráncfort.
Mario Draghi, durante la rueda de prensa de este jueves en Fráncfort.
(©AFP)

El Banco Central Europeo (BCE) mantendrá su política monetaria “durante el tiempo que sea necesario”, declaró este jueves su presidente, Mario Draghi, que se comprometió a dejar los tipos de interés en su nivel actual (un 0,5%) o incluso a bajarlos más todavía.

“Nuestra política monetaria seguirá acomodaticia durante el tiempo que sea necesario”, declaró el italiano en una declaración previa a la conferencia de prensa. Es la primera vez que la institución de Fráncfort se compromete en el tiempo, un gesto que fue calificado de “minirrevolución” por Christian Schulz, economista del banco Berenberg, pese a que Draghi no quiso precisar fechas.

En la conferencia de prensa que siguió al anuncio de que el consejo de gobernadores decidió mantener los tipos de interés a su actual bajo histórico del 0,5% que rige desde mayo, Draghi alertó de que “el fin (del periodo actual de tasas históricamente bajas) está muy lejos”. También precisó que la decisión sobre la política monetaria fue adoptada por unanimidad en el consejo de gobernadores, dando a entender que incluso los más fervientes defensores de la ortodoxia monetaria, entre ellos el banco central alemán, se han sumado a ella.

Los analistas esperaban un mensaje tranquilizador de Draghi, ante el regreso de las tensiones en los últimos días a los mercados financieros y en particular a los de la deuda de los países periféricos de la zona euro, debido a la crisis política portuguesa. El anuncio de la Reserva Federal estadounidense (Fed) de que ha empezado a examinar la retirada paulatina de las medidas de apoyo a la economía de la primera potencia mundial, hace dos semanas, llevó al alza los tipos de interés de los países con problemas de deuda para refinanciarse en el mercado, y emprendió una campaña de comunicación de los responsables del BCE para decir que no pensaban hacer lo mismo.

Aunque Draghi dijo este jueves que la institución que preside no actúa en función de lo que hagan los otros bancos centrales, sus declaraciones de hoy iban destinadas a tratar de frenar la subida del rendimiento que tienen que pagar los Estados de la región y que amenazan la recuperación de la zona euro. Para Carsten Brzeski, del banco ING, la presentación de una orientación política monetaria supone un cambio del BCE, que pasa así de ser “un banco central dubitativo y reticente a audaz”.

“En los últimos meses, le ha seguido el paso a la Fed: demasiada atención al crecimiento con una mención explícita del desempleo alto y ahora una ‘forward guidance’”, es decir, una política monetaria propia, agregó. Esto muestra que está “intentado efectivamente ‘el todo por el todo’ para salvaguardar la frágil recuperación en la zona euro”, señala el economista retomando la expresión empleada hace poco más de un año por Draghi en el peor momento de la crisis de la deuda que amenazó incluso la propia supervivencia de la Unión Monetaria y de la moneda única, el euro.

No obstante, para justificar esta decisión, Draghi subrayó que pese a la mejora en los recientes indicadores de confianza, la economía real sigue siendo “frágil” y la dinámica monetaria “modesta”. La orientación estará sometida a tres criterios: las perspectivas de inflación a medio plazo (que por el momento sigue contenida), el crecimiento económico, y la masa monetaria y los créditos al sector privado. El jueves, la institución monetaria decidió mantener los tipos sin cambios, pero algunos gobernadores hablaron de la posibilidad de bajarlos aún más, dijo Draghi.

Las declaraciones del presidente del BCE se sumaron a las del gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, quien confirmó la continuación de una política monetaria también acomodaticia, que propulsaron las bolsas europeas al alza y contribuyeron a una clara distensión en el mercado de la deuda europea. Las declaraciones de Draghi han actuado como un bálsamo para los mercados a juzgar los resultados de las principales bolsas europeas, que cerraron con fuertes subidas tras las caídas de los últimos días lastradas por la crisis política portuguesa.

 

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